LOS CRUZADOS DE CERVERO
Fiel reflejo de la, por otra parte sobradamente demostrada, teoría de que los mas grandes héroes son quienes se convierten en los mas defenestrados villanos, los Cruzados de Cervero llevan tres milenios combatiendo al Imperio del Emperador, bendito sea en su trono dorado.
Con todo, como en el caso de todos y cada uno de los infames y excomulgados Marines Espaciales del Caos, no hace tanto que eran Gloriosos Adeptus Astartes, Ángeles de la Muerte dispuestos a proteger con sus vidas el Imperio de la Humanidad que hoy atemorizan.
Fundación
A finales del M35 o inicios del M36, pero en cualquier caso antes de la era de la Apostasía fue creada, bajo el nombre de Proyecto Homo Sapiens Novus y la tutela del inquisidor Crescere, la malograda vigosimoprimera Fundación de los Adeptus Astartes. Con la intención de mejorar los Adeptus Astartes existentes, se dio luz verde a un proyecto secreto en el cual se intentó mejorar la obra del mismísimo Dios Emperador. Ese proyecto, mas adelante, fue conocido como la Fundación Maldita. Uno de esos capítulos, bajo la exigente supervisión del inquisidor del Ordo Malleus Arlias Schriede se dio lugar el proceso de creación de las cepas del capítulo de los Adeptus Astartes de los Cruzados de Cervero.
Las primeras pruebas realizaras resultaron mas que satisfactorias, con una pureza de la cepa próxima al 95 %. Asignándoseles como mundo natal el mundo Colmena de Ichoria, los primeros hermanos de batalla eran imponentes figuras imbuidas en sagradas servoarmaduras del color del hueso pulido. Aunque los primeros experimentos en el campo de batalla constataron que los Hermanos del capítulo no poseían la agilidad sobrenatural de otros Adeptus Astartes, su habilidad marcial, tanto en combate cuerpo a cuerpo como a distancia eran iguales a las de cualquier capítulo de Primera Fundación. Mas allá de eso, la capacidad para soportar el dolor era superior a la de hermanos de otros Capítulos y pronto se volvieron legendarios por ese aspecto. Los comandantes Imperiales sabían que recibir la ayuda de los Cruzados de Cervero era equiparable al hecho de que los santificados Puños Imperiales organizaran la defensa de un bastión; era poseer un muro inquebrantable.
Organización del Capítulo y tácticas de Batalla.
Aunque en un inicio siguieron pulcramente el Codex Astartes dictaminado por el santificado y mil veces bendecido Robourte Guilleman, pronto fueron adaptando lentamente sus directrices hasta que quedaron irreconocibles.
A pesar de que, fuera cuales fuera el caso, los Cruzados de Cervero siempre usaban casco para ocultar sus rostros, fue mucho más polémica la decisión de prescindir de exploradores y otorgar directamente las santificadas servoarmaduras a los iniciados y el hecho de que empezaran a formar escuadras de 7 hombres en vez de 10. Con todo, el capítulo se amparaba en su escaso número y su elevada resistencia para esa decisión, alegando que 7 Cruzados de Cervero podían resistir mejor que 10 Adeptus Astartes de cualquier otro capítulo. El caso fue archivado oficialmente, pero se ordenó una investigación exhaustiva al inquisidor del Ordo Heréticus Dimitri Dragastanovic.
Sucediéndose las batallas, los Cruzados de Cervero empezaron a prescindir de los marines de asalto o in motocicleta y de las armas a larga distancia en los marines a pie. Basando su táctica de batalla en un asalto frontal en Rhinos con escuadras de armas especiales y un asalto teleportado hacia la retaguardia enemiga. Con los hermanos de batalla veteranos en armaduras tácticas acorazadas dreadnought, atrapaban al enemigo en el fuego cruzado desde dos lados infranqueables. Todo el peso del fuego a larga distancia recaía en los tanques y dreadnoughts del capítulo, defendidos por alguna escasa escuadra de marines a pie para protegerlos de los asaltos.
Traición
Cuando Dragastanovic viajaba con prisa por la necesidad de comunicar las alarmantes conclusiones de investigación, un vacío psíquico se dejo notar en el mundo colmena de Ichoria, cuando la mitad de la población de Ichorius Primus sucumbió de golpe ante una poderosa enfermedad. La otra mitad pudo observar un enorme rayo de miasma de putrefacción que elevaba hacia los cielos una figura que, envuelta en malsana energía psíquica, se convirtió en un gigantesco demonio alado putrefacto. Poco mas se pudo ver, ya que los hermanos muertos se alzaron de golpe y atacaron a los supervivientes, haciendo que pronto toda la población de Ichorius Primus se compusiera de seres no muertos que empezaron su lenta migración hacia la siguiente ciudad colmena. Mientras Ichorius Secundus veía sus defensas sobrepasadas y pedía ayuda desesperadamente a unos canales de voz callados, Dragastanovic daba sus alarmantes conclusiones a los Altos Inquisidores.
Detrás de los rostros escondidos por tradición se ocultaba la necesidad de esconder una piel en perenne putrefacción y descomposición. Esto, al igual que las condiciones físicas y, consecuencia de ello, las tácticas de batalla del capítulo eran debidos a que las cepas usadas por Arlias en la formación del capítulo eran las de los traidores in extremis de la Guardia de la Muerte, maldito sea su nombre.
Mas allá de eso, Schriede había caído en desgracia cuando, por casualidad o no, había escuchado la sinfonía de Nurgle, una música infernal que enfermaba a quien la escuchase con la Peste de Nurgle, una poderosa enfermedad incurable que termina convirtiendo al afectado en un Portador de la Plaga. Para salvar su vida y cordura, Arlias prometió su lealtad al Padre de la Plaga y ofreció el alma de todo el capítulo, cosa que hizo infectándolos con la música y obligándoles a subyugarse al Dios del Caos. Ahora planeaba, y de hecho lograba mientras Dimitri hablaba, eliminar la población del mundo natal de los Caballeros de Cervero a cambio de la vida eterna en forma de Demonio.
Explicado todo eso, Dimitri mostró su cuerpo, infectado por la Plaga de Nurgle, y se suicidó con su arma de energía. Velozmente, los Altos Inquisidores mandaron purgar el cadáver del corrupto e infame inquisidor con e bendito prometeum de un lanzallamas.
Para cuando se enviaron tropas a asaltar Ichoria, los Cruzados de Cervero ya se habían trasladado al cercano Ojo del Terror. Ichoria, infestada con miles de millares de zombies que arrasaban con toda la vida fue purgada por un Exterminatus.
Colores e iconografía
Aunque antaño luciesen armaduras del color del hueso pulido, estas muestran actualmente los síntomas de la plaga, rezumando un insano icor bilioso. El símbolo del capítulo sigue siendo usado por los miembros del capítulo, aunque la mayoría de la iconografía ha sido sustituida por la de su Dios protector.
Caballeros Malditos
Como todos los capítulos de la Fundación Maldita, los Cruzados de Cervero cuentan entre sus filas con Caballeros Malditos, unos misteriosos y sigilosos guerreros que no parecen estar afectados por la maldición del capítulo. Estos silenciosos soldados van ataviados con túnicas negras y sus armaduras tienen el color de los días de gloria del capítulo. Desembarcan de sus Rhinos en perfecta formación y cargan contra el enemigo con la habilidad marcial de los grandes campeones del capítulo.
Grito de Guerra
“¡Lamentaros, puesto que traemos las puertas del Infierno ante vosotros!”
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